HAMAS, GUERRA ASIMÉTRICA E INFORMACIÓN
Este artículo lo escribí originalmente para algún periódico. Lo ofrecí a El Espectador hace un mes, pero no obtuve ninguna respuesta. Considero que es pertinente, y además expone un punto de vista que no he encontrado en ningún medio de comunicación. La guerra asimétrica me interesa por su aspecto geográfico y de geometría. Por eso lo subi a mi blog.
La lucha armada que
se libra en estos momentos en Gaza enfrenta a la poderosa fuerza armada israelí
con Hamas, una pequeña milicia palestina
con fama de mediocre empecinada en defender su arrabal convertido en un paisaje
apocalíptico de destrucción y muerte. Es una desesperada lucha que la humanidad
contempla, por primera vez en la historia, en tiempo real en Internet. Es un
enfrentamiento asimétrico en todos los sentidos.
En el libro Guerra Asimétrica (escrito por los coroneles del
Ejército Popular de Liberación de China Qiao Liang y Wang Xiangsui
(La Casa de Publicaciones de Arte y Literatura del EPL, Beijing 1999), los
autores plantean un dilema muy chino como el corazón de la guerra asimétrica.
El ratón codicia el queso que guarda el gato. Necesita saber dónde se encuentra
el gato para saber cuándo robar el queso. Lo conveniente sería que el gato
tuviera un collar de campanitas que delatara su ubicación. Pero, cómo puede un
pequeño ratón colocarle el collar? La respuesta es convencer al gato para que
sea él mismo quien se lo coloque.
A partir de la Guerra del Yom Kippur en 1973, Israel adoptó
la doctrina militar norteamericana, en vigencia desde la Segunda Guerra
Mundial. Es una doctrina preponderantemente tecnológica basada en la
experiencia de los EEUUAA en ese conflicto, la cual aborrece el combate a corta
distancia (recordemos a Guadalcanal, IwoJima, etc). En su lugar, predica la
muerte y la destrucción a distancia mediante la aviación, la artillería pesada,
y los misiles. El siguiente gráfico ilustra la diferencia entre ambos tipos de
guerra:
Israel es un país pequeño cuya fuerza armada consiste en una
milicia ciudadana con un reducido núcleo profesional de oficiales y
suboficiales. Movilizar temporalmente a 300 mil reservistas significa sacar de
la economía a un 8% de la fuerza laboral. Por eso Israel plantea campañas militares
de corta duración atacando a distancia con la aviación, la artillería y las fuerzas
blindadas.
Asimétricamente, en la batalla de Las Termópilas (año 480
AC), los griegos anularon la abrumadora superioridad numérica persa planteando
la batalla en un angosto desfiladero. En la Biblia, David anula la superioridad
técnica de Goliat utilizando una honda
para atacar desde lejos partes sensibles débilmente protegidas por la poderosa
armadura de bronce, mientras se mantiene
fuera del alcance de la lanza del filisteo.
En Gaza, la actitud asimétrica de Hamas ha consistido en
plantear una lenta batalla a corta distancia. Cómo logra Hamas que Israel se
ponga el collar de campanitas? Aquí es donde entra en juego el plano
psicológico que no contempla la doctrina de alta tecnología. Hamas provoca a
Israel mediante su ataque sorpresa de octubre. Las bestialidades cometidas contra
civiles durante ese ataque parecen ahora como si hubiesen sido calculadas para
enceguecer a los israelíes, y, aparentemente, lo lograron. Vito Corleone
aconseja: Nunca odies a tu enemigo; eso nubla tu juicio.
Hamas logró así que Israel entrara por propia voluntad en la montaña
de escombros en que ha convertido a Gaza, y se adentrara en el laberinto de
túneles que los palestinos han construido pacientemente durante años en las
narices de los israelíes. En el combate a corta distancia (CQC por sus siglas
en inglés) de la guerra urbana la
aviación no puede atacar a un enemigo que está a distancia de brazo, y la
artillería no puede distinguir amigo de enemigo en el combate personal. En
medio de los escombros del bombardeo incesante, una fuerza inferior puede
contener a un enemigo superior por un tiempo prolongado, como sucedió en
Stalingrado. Israel lleva 4 meses
bombardeando los escombros. Durante ese tiempo no ha conseguido el derrumbe militar
del enemigo, ni ha capturado o matado a
sus comandantes. Tampoco ha conseguido liberar a los rehenes capturados, y según
el Wall Street Journal el stock de municiones de Hamas tampoco ha sido
degradado. Importantes personalidades israelíes como los generales retirados Eisenkot,
Gantz y Barak, y políticos como el antiguo PM Olmert ya han expresado públicamente su
convencimiento de que esta guerra no tiene un desenlace militar. El conflicto
en Internet ha movilizado a la opinión pública mundial y el desgaste político
interno ha polarizado a la sociedad israelí, debilitando su voluntad de lucha.